Propongo reemplazar las plazas en propiedad por contratos laborales de tres años, tras los cuales se evaluaría la producción científica, clínica y académica para decidir quién ocupa determinada plaza
Recientemente, de visita en Costa Rica, pude hablar con amigos especialistas que trabajaron en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). La mayoría mencionó que dejó de trabajar en la CCSS luego de pagarle a esta institución lo necesario para completar las cuotas y pensionarse.
La CCSS es la entidad encargada de administrar el sistema de seguridad social en Costa Rica, que incluye los servicios de salud y las pensiones. Dentro de los trabajadores afiliados a la CCSS, los médicos especialistas ocupan un lugar destacado, ya que son los profesionales que brindan la atención más compleja y especializada a la población.
La pensión de los médicos especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) reconoce su trayectoria y aporte a la salud pública. Se rige por el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), principal sistema de seguridad social en Costa Rica.
Los médicos especialistas están abandonando la CCSS no solo por la pensión, sino también debido a la carga clínica, tareas administrativas, restricciones para asistir a congresos científicos y la espera prolongada para competir por plazas. Propongo reemplazar las plazas en propiedad por contratos laborales de tres años, tras los cuales se evaluaría la producción científica, clínica y académica para decidir quién ocupa determinada plaza.
El asistir a congresos y participar en estudios de investigación clínica son actividades que ayudan a los médicos a mantenerse al día en los conocimientos de su especialidad y, a la vez, ayuda a crear uniones estratégicas con universidades u hospitales de otros países que comparten datos novedosos en los congresos médicos y que, en su mayoría, están interesados en trabajar en conjunto con hospitales como los de Costa Rica, que cuentan con excelentes médicos y equipos de laboratorio y de rayos X de avanzada.
Los estudios clínicos ayudan a conocer las características de determinadas enfermedades en el país y, en muchas ocasiones, ofrecen biológicos o medicamentos que pueden ayudar en el tratamiento, pero que únicamente se pueden obtener mediante tales estudios. Los estudios de investigación deben ser revisados por Comités Ético-Científico; debe haber un consentimiento informado y sus resultados deben ser publicados en revistas médicas de primera línea para contribuir con el avance científico mundial.
Ante este panorama actual, me pregunto qué pasará en la CCSS ante la ausencia de médicos especialistas que han dedicado gran parte de su vida al servicio de la salud pública. ¿Qué incentivos tendrá el personal médico joven para seguir formándose como especialistas y contribuir al fortalecimiento del sistema de salud nacional?
Adriano.arguedas3@gmail.com
Adriano Arguedas Mohs es pediatra infectólogo.
