Mónica Taylor, presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), expresó su respaldo al proyecto de ley 24.015, el cual busca facilitar la contratación de médicos especialistas extranjeros para atender el déficit de profesionales en el país.
La iniciativa ha generado polémica tras una advertencia de inconstitucionalidad por parte del Departamento de Servicios Técnicos de la Asamblea Legislativa, quienes señalan que el proyecto podría entrar en conflicto con la normativa vigente relacionada con el ejercicio profesional en Costa Rica.
A pesar de ello, Taylor sostuvo que la prioridad es garantizar la atención oportuna de los pacientes, y señaló que la contratación de especialistas foráneos se plantea como una medida temporal y necesaria, dada la alta demanda y la falta de recurso humano en diversas especialidades.
El proyecto actualmente se encuentra en estudio por parte de los diputados y continúa generando discusión entre sectores gremiales, jurídicos y de salud.
La Caja enfrenta problemas, pero es la primera opción de la población para operaciones u otras formas de atención. La gran mayoría dice que no podría pagar una cirugía o un tratamiento de ¢3 millones o más.
Desde su creación en la década de 1940, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha sido un componente esencial en el sistema de salud pública del país, proporcionando servicios médicos a la mayoría de la población. A pesar de enfrentar diversos desafíos, la CCSS continúa siendo la principal opción para los costarricenses en cuanto a atención médica se refiere.
Preferencia de la Población por la CCSS
Un estudio reciente de la Universidad de Costa Rica revela que el 83,1% de los costarricenses prefieren realizarse cirugías en la CCSS, lo que subraya la confianza y dependencia en los servicios que ofrece la institución. Además, se observa que el 38,2% de las personas con educación primaria obtienen sus medicamentos a través de la CCSS, evidenciando su papel crucial en la provisión de tratamientos médicos. Gestión Web UCR
Limitaciones Financieras de los Ciudadanos
La capacidad económica de la población también refleja la importancia de la CCSS. Según datos publicados por El Financiero, hasta siete de cada diez personas encuestadas indicaron que no podrían costear un tratamiento o una operación cuyo costo supere los ¢3 millones. Además, una cuarta parte de los habitantes ha dejado de atender algún problema de salud por falta de recursos financieros. ComexEl Financiero
Desafíos Financieros de la CCSS
A pesar de su relevancia, la CCSS enfrenta desafíos financieros significativos. El Estado acumula una deuda considerable con la institución; al 28 de febrero de 2023, esta ascendía a ¢3.077.792,4 millones, según la Gerencia Financiera de la CCSS. De este monto, el 82,74% corresponde al Seguro de Enfermedad y Maternidad, y el 17,26% al Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte. Semanario Universidad+1CCSS+1
Conclusión
La CCSS continúa siendo un pilar fundamental en el sistema de salud costarricense, brindando servicios esenciales a la mayoría de la población. Sin embargo, es imperativo abordar los desafíos financieros y operativos que enfrenta para garantizar su sostenibilidad y capacidad de respuesta a las necesidades de salud de los ciudadanos.
Conesup aprobó seis especialidades en tres universidades privadas
Las universidades privadas formarán a médicos especialistas en nuevas áreas, como cirugía general, psiquiatría y pediatría. El Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conesup) aprobó seis nuevas especialidades en tres universidades.
Estas son las especialidades aprobadas y los centros de estudio donde se impartirán:
Pediatría: Universidad de Ciencias Médicas (Ucimed)
Ginecología y Obstetricia: Universidad de Iberoamérica (Unibe)
Medicina Interna: Universidad Autónoma de Centroamérica (UACA) y Unibe
Medicina Familiar y Comunitaria: Unibe
Cirugía General: Unibe
Psiquiatría: Ucimed
La primera universidad privada en comenzar a formar especialistas fue la Ucimed, que comenzó su programa de formación en Medicina Familiar y Comunitaria en 2019. Este martes se graduó la segunda generación, así como la primera de ginecólogos y obstetras.
Para 2023, cinco universidades privadas ya contaban con programas de especialidad inscritos.
Cirugía General es una de las nuevas especialidades aprobadas. Será impartida en la Universidad de Iberoamérica (Unibe). (Archivo/Archivo)
Para el Conesup, con esto se busca paliar la escasez de médicos especialistas. En abril de 2024, la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) declaró inopia, es decir, escasez de médicos especialistas en diez especialidades. Una de ellas, Cirugía General, es parte de la nueva oferta de especialidades en universidades privadas.
El resto son Anestesiología y Recuperación, Cardiología, Dermatología, Endocrinología, Hematología, Hematología Pediátrica, Infectología, Ortopedia y Traumatología y Radiología e Imágenes Médicas. Por inopia se entiende ausencia de candidatos que reúnan los requisitos legalmente exigidos para cubrir un determinado puesto de trabajo.
Otras 340.000 están a la espera de una cita con un especialista
La lista de espera por una cirugía sigue creciendo en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Datos suministrados por la institución señalan que, al 7 de marzo anterior, 190.076 asegurados aguardan por un procedimiento quirúrgico. El tiempo promedio de espera es de 428 días (poco más de año y dos meses).
En cuestión de un mes la lista acumuló 1.788 casos nuevos, aunque redujo su plazo de espera en un día.
Las listas y plazos son mayores en los hospitales nacionales y especializados, pues son los que desarrollan las de mayor complejidad. Una de cada tres (34%) de las cirugías son en estos centros, en los que se espera un promedio de 504 días (año y cuatro meses, aproximadamente).
Los hospitales con más cirugías en espera son:
Calderón Guardia: 24.474
Hospital de Cartago: 23.060
Hospital de Heredia: 15.303
Hospital México: 14.901
San Juan de Dios: 14.004
Los centros médicos con más tiempo de espera son:
Calderón Guardia: 607 días (año y ocho meses)
Hospital México: 575 días (año y siete meses)
Hospital La Anexión: 524 (año y cinco meses)
Hospital Nacional de Niños: 499 días (año y cuatro meses y medios)
Hospital de las Mujeres: 485 días (año y cuatro meses)
Hospital de Cartago: 436 (año y dos meses y medio)
Las especialidades con mayor cantidad de cirugías en lista son:
Cirugía general: 49.093
Oftalmología: 35.172
Ortopedia: 33.977
Ginecología: 20.135
Urología: 15.711
Las especialidades con más tiempo de espera para cirugía son:
Vascular periférico: hasta 1.243 días (3,41 años) en el Hospital de Quepos.
Neurocirugía: hasta 1.130 días (3,1 años) en el Hospital de Puntarenas.
Cirugía general: hasta 845 días (2,31 años) en el Hospital México
Ortopedia: hasta 832 días (2,28 años) en el Área de Salud Desamparados 1
Cirugía craneomaxilofacial: hasta 812 días (2,22 años) en el Hospital Calderón Guardia.
Oftalmología es de las especialidades con mayor lista de espera. Hay 45.252 personas a la espera de cita y 30.153 a la espera de cirugía. (Cortesía CCSS /Foto:)
Espera por citas con especialistas
Las esperas por citas con algún especialista son todavía mayores. Las listas acumulan 340.558 citas. Esto no necesariamente implica asegurados, pues una sola persona puede estar a la espera de más de una cita.
De estas citas, 20.459 (6,01%) son para niños. El tiempo de espera bajó de 469 a 462 días (1,27 años).
Estas son las especialidades que más citas acumulan:
Oftalmología: 45.252
Otorrinolaringología: 34.148
Urología: 24.917
Dermatología: 22.595
Medicina familiar y comunitaria: 19.995
Estos son las especialidades con los mayores tiempos de espera en promedio:
Ortopedia: 784 días (2,15 años)
Oftalmología: 727 días (1,99 años)
Otorrinolaringología: 699 días (1,91 años)
Dermatología: 621 días (1,7 años)
Urología: 608 días (1,67 años)
En Pediatría estas son las especialidades con más demanda:
Medicina general: 11.7474 citas
Oftalmología: 1.410
Crecimiento y desarrollo del niño: 1.300
Cardiología: 1.193
Ortopedia 682
Estas son las especialidades con más tiempo de espera en Pediatría:
Medicina general: 196 días (seis meses y medio)
Oftalmología: 458 días (año y tres meses)
Ortopedia: 263 días (ocho meses y tres semanas)
Genética clínica: 255 días (ocho meses y medio)
Crecimiento y desarrollo del niño: 215 días (siete meses)
¿A qué se debe esa posición de la cúpula? Conozca las razones en la siguiente nota.
La Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se opone al proyecto de ley que pretende equiparar los salarios de los médicos especialistas.
Se trata del proyecto 24.239, mejor conocido como transitorio 16(vea video adjunto de Telenoticias).
Esta propuesta presentada desde 2023 permitiría que los médicos especialistas migren del salario compuesto al global para equiparar las remuneraciones de estos profesionales.
Sin embargo, la cúpula de la institución administradora de los servicios públicos acordó objetar el proyecto tras la recomendación que hizo la Dirección Jurídica de la institución.
La oposición a la iniciativa contó con ocho votos. Solo la sindicalista Martha Rodríguez se mostró a favor.
Las gerencias Médica y Administrativa consideraron la importancia del proyecto, sin embargo, hubo observaciones por parte de la Dirección Actuarial y la Gerencia Financiera.
Tras esta objeción al proyecto, la Junta Directiva de la Caja le apostará al aumento progresivo que aprobó semanas atrás, pese a que la medida no cubre a todos los especialistas.
El ajuste aprobado por la entidad que vela por la seguridad social es de ¢350.000 para los médicos especialistas que están fuera del salario global, mismo que será efectivo a partir del 1.° de julio.
Además, se debe definir la viabilidad de aprobar para el 2026 el aumento correspondiente para los demás especialistas.
La fuga de especialistas golpea al Hospital Nacional de Niños (HNN). Renuncias de, al menos, 31 especialistas en áreas críticas para cirugías provoca que los quirófanos del centro médico permanezcan ociosos durante horas y que 4.850 menores se encuentren en lista de espera para una operación.
En este momento, por ejemplo, el centro médico cuenta con solo nueve especialistas en Anestesiología Pediátrica, aunque debería tener 24. Ortopedia, el área que más cirugías requiere, tiene solo a cinco especialistas, cuando debería tener nueve.
Y en Cardiología y Cirugía de Tórax, otros servicios clave, hacen falta cuatro. También hay un déficit de dos oftalmólogos.
Lo anterior impide hacer un uso pleno de los recursos con que se cuenta para realizar cirugías.
Un informe de la Auditoría Interna de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) señaló que los quirófanos de ese hospital permanecieron cerrados 192 días entre 2023 y 2024, lo que pone presión sobre tiempos y listas de espera. Esto representó una subutilización equivalente a ¢16,9 millones.
Para Carlos Jiménez Herrera, director del centro médico, aumentar el volumen de cirugías es impensable cuando la cantidad de profesionales es cada vez menor.
Dicho hospital, al igual que los demás de la CCSS, enfrenta desde hace meses la renuncia de médicos que salen hacia la medicina privada o que buscan ser recontratados en el Seguro Social, pero con el esquema de salario global que significa un aumento con respecto a su sueldo actual.
“El hospital tiene 14 subespecialidades quirúrgicas y hemos tenido fugas en todas. El salario global nos ha golpeado. No tengo cómo ofrecerles para retenerlos”, comentó Jiménez en entrevista con La Nación.
Un equipo de cirugía no solo es el cirujano, aclaró el jerarca. También hay ayudantes de cirugía, enfermeros instrumentistas, auxiliares, personal de aseo. Cuanto más compleja es la intervención, más profesionales con perfiles específicos habrá.
“Sin esas piezas no se puede hacer. Además, en las cirugías más complejas, también hace falta recuperación en cuidados intensivos. Necesito médicos y enfermeros intensivistas”, puntualizó.
Jiménez aclaró que hay otra variable que puede incidir en el rendimiento de las salas quirúrgicas: la complicación de los procedimientos.
“Cirugías cardíacas, las de columna, algunas de urología y de neurocirugía requieren de un tiempo mayor. Esto hace que una sola jornada yo pueda operar a un solo paciente. Hay cirugías que duran de ocho a 12 horas”, subrayó.
Por otro lado, el director indicó que solo en cuidados intensivos faltan 60 profesionales en enfermería.
Cada enfermero debería tener a cargo un paciente en cuidados intensivos, pero en este momento tienen de cinco a seis. Y hay necesidad de siete enfermeros instrumentistas en sala de operaciones.
Impacto en consulta externa
¿Qué pasa con las cirugías en el Hospital de Niños?
Las renuncias también impactaron las consultas prequirúrgicas, las cuales se asignan 48 horas antes de un procedimiento y que tienen como fin ver el estado de salud del paciente y determinar si este puede ser sometido a una cirugía.
Estas citas también permiten a los diferentes profesionales conocer los factores de riesgo, alergias o requerimientos específicos del niño.
Otro factor que ejerce presión es la judicialización de la salud, la cual ocurre cuando un paciente presenta un recurso de amparo a la Sala IV para agilizar un procedimiento y logra una resolución favorable que debe ser atendida por el centro médico.ado de ¢342,7 millones.s
“Bajar la producción de cirugías diarias afecta la atención preoperatoria de las consultas de los especialistas quirúrgicos. Es imposible llenar ese número de pacientes con la inopia de especialistas”, destacó.
Para la Auditoría, los problemas tanto en las cirugías como en las consultas se deben a falta de organización.
“El liderazgo ha sido insuficiente en cuanto planificación, control y supervisión. Esto no garantiza la eficiencia en la administración de los recursos públicos”, cita el documento en sus conclusiones.
Según el informe, la planificación inadecuada redunda en mayores brechas para los niños de provincias costeras.
En espera de la cirugía
El Hospital Nacional de Niños tiene a 4.850 menores en espera de cirugía, debido principalmente, a la renuncia de anestesiólogos y otros especialistas. (Cortesía CorAll Family)
En el HNN hay siete salas de operación y dos espacios que se crearon como sitios transitorios. Una de estas debe utilizarse solo para emergencias. Esto deja a 14 subespecialidades para distribuirse en el tiempo con lo demás. Pese a esto, la falta de personal hace que los quirófanos pasen algún tiempo ociosos.
La renuncia de especialistas pediátricos en otros centros de salud también impacta de manera indirecta al Hospital Nacional de Niños, porque al final de cuentas los pacientes que no son atendidos en esos recintos llegan a sus instalaciones en busca de atención.
A lo anterior se le añade el creciente número de emergencias que se están registrando. El 53% de las operaciones realizadas por el HNN son urgencias que requieren resolverse para salvar la vida de las personas.
El restante 47% de las intervenciones son electivas, es decir, que son necesarias para mejorar la salud y calidad de vida del paciente, pero no son indispensables para salvar su vida. Estas son, precisamente, las cirugías que conforman la lista de espera.
“Siempre, siempre habrá pacientes que, por criterio de riesgo, hay que operarlos urgentemente. Niños que nacen con anomalías cardíacas que deben intervenirse en los primeros cinco días de vida.
“Y yo tengo que desplazar a un paciente que estaba en la lista electiva para intervenir a ese otro que, si no lo opero, se va a morir. Niños como ese no necesitan una cirugía, necesitarán dos, tres o cuatro”, manifestó Jiménez.
Por ello, hay pacientes muy complejos que no han logrado ser operados, aunque ingresaron en la lista en 2019 o 2020.
Otro factor que ejerce presión en la judicialización de la salud, la cual ocurre cuando un paciente presenta un recurso de amparo a la Sala IV para agilizar un procedimiento y logra una resolución favorable que debe ser atendida por el centro médico.
La Auditoría realizada por la CCSS recomendó la intervención del Departamento de Cirugía. El grupo interventor comenzó a trabajar en febrero y continuará hasta finales de octubre; ellos evalúan la administración y los riesgos de control interno.
Contrato con cooperativa
La Unidad de Cirugía del Hospital Nacional de Niños muestra retrasos en citas y operaciones, sobre todo por la falta de especialistas. (Rafael Pacheco Granados/Rafael Pacheco Granados)
Pese a todas estas dificultades, el HNN ha logrado bajar, en el último año, la lista de espera de cirugía en unas 500 personas. Convenios con fundaciones en España y contrataciones privadas han ayudado a bajar la presa.
De hecho, un contrato con la cooperativa de salud Coopesaín permitió que se realizaran 530 operaciones entre enero y agosto del 2024.
No obstante, el contrato con esta institución vence el próximo 31 de marzo. La Auditoría señaló que esto significaba un gasto de ¢450 millones anuales y recomendó no continuarlo.
“Incluso la jornada en Coopesaín nos sale más barata que una jornada de producción (en tiempo extraordinario) aquí, y no tengo que aportar el personal. Esto ayudó a sacar una cifra muy importante”, especificó.
Profesionales muy especializados
Uno de los principales problemas que afronta el HNN es que no hay una formación de especialistas pediátricos en la cantidad necesaria.
El director del hospital sostuvo que esto sí se previó. A modo de ejemplo, indicó que en los últimos años se han formado cuatro cardiólogos pediatras, pero que las ofertas de trabajo en la CCSS son menos competitivas que las del sector privado o las que hay en el exterior.
Los especialistas cardiovasculares ni siquiera están en Costa Rica, están en Estados Unidos.
A esto se une el hecho de que el centro médico solo tiene dos ortopedistas especialistas en columna: uno se retirará el 1.° de abril y la segunda entrará en licencia de maternidad. También requiere formar dos neurocirujanos, pues dos están en edad de jubilación.
El problema es que la situación no se puede resolver con rapidez, pues la formación de estos profesionales puede tomar hasta seis años, posterior a la formación de medicina general. Y antes de esa formación, deben pasar un examen riguroso.
“Son personas que tienen que estar en capacidad de atender pacientes sumamente críticos”, resumió.
Frente a este panorama, Jiménez asegura que él y su equipo continuarán trabajando con los recursos que tienen, pero admitió que les preocupa que más especialistas se sumen a las renuncias.
Un fuerte intercambio protagonizado por médicos Rodrigo Chamorro y Mario Alberto Quesada evidenció que no existe un consenso sobre la cantidad de médicos especialistas que requiere el país y si ese número está cubierto en la actualidad
Jefa del PUSC critica que se niegue faltante de especialistas
Rodrigo Chamorro, jefe de cirugía del Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia, y Mario Alberto Quesada, presidente del Sindicato Nacional de Médicos Especialistas (Siname), tuvieron un acalorado choque de criterios sobre si el país cuenta con la cantidad suficiente de médicos especialistas para cubrir las necesidades de la población.
Ambos expusieron sus respectivos puntos de vista, bajo la fe de juramento, ante la comisión de la Asamblea Legislativa que investiga presuntas irregularidades en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Chamorro sostiene que existe un déficit histórico de especialistas y que algunos actores dentro del mismo gremio de médicos han intentado bloquear soluciones a esta situación. “Este problema venía cabalgando, lo único es que cada vez que aparecía, salía un grupo que lo encubría y lo escondía a todo nivel”, mencionó.
Por su parte, Quesada calificó de desafortunadas las manifestaciones de Chamorro y le acusó de fundamentarse en “teorías conspiracionistas”. Alegó que su colega tiene un desconocimiento sobre la formación de especialistas, más allá de su área de experiencia en cirugía torácica general y cardiovascular.
Si bien el líder gremial reconoció que hay una carencia de especialistas en la CCSS, negó que esto aplique para el resto del país. En su opinión, la problemática no se debe a la falta de formación, argumentó que es producto de la incapacidad que tiene la institución de seguridad social de retener a los profesionales y por las carencias en infraestructura médica.
Rodrigo Chamorro, jefe de Cirugía del Hospital Calderón Guardia, y Mario Alberto Quesada, presidente del Siname, protagonizaron un choque de criterios sobre la necesidad de médicos especialistas en el país. Imagen: Fotomontaje/Asamblea Legislativa (Asamblea Legislativa/Asamblea Legislativa)
Por debajo del mínimo de OCDE
Chamorro dijo que existen dos grandes males en el tema de formación de especialistas. Uno de estos es un error de cálculo sobre la necesidad de estos profesionales que tiene el país y el otro, un supuesto conflicto de interés de quienes definen si hay o no un problema.
Según el jerarca médico, la necesidad de especialistas se calcula con base en las exigencias de la CCSS, cuando lo correcto es utilizar una tasa a nivel nacional, para estimar si existen los profesionales suficientes para atender a la población actual del país. “Estamos calculando lo que cada jefe dice que le falta, pero pueden haber jefes que piensan que no existe falta de especialistas”, agregó.
Indicó que la tasa promedio de Costa Rica es de 1,14 especialistas por cada 1.000 habitantes, pero la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pide un mínimo de 1,75.
Quesada, sin embargo, alegó que se estaba brindando un dato aislado, que también es necesario analizar otras cifras como el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) dedicado a la salud, la disponibilidad de camas y otros indicadores de resultados que colocan a Costa Rica por encima de naciones de la OCDE más ricas.
El médico del Calderón Guardia abogó por iniciar esfuerzos inmediatos para duplicar la cantidad de médicos especialistas que están en formación, de tal forma que se pase de 200 a 400 profesionales, para que que el país logre alcanzar el 1,75 definido por la OCDE, en los próximos ocho años. Chamorro estimó que si las autoridades toman acciones inmediatas, esto permitirá sumar al mercado laboral 3.200 de estos funcionarios expertos, para el año 2033.
Resaltó la importancia de priorizar especialidades críticas, que suponen un cuello de botella para el sistema de salud, como anestesia, radiología, ginecología, ortopedia, cardiología, neonatología y oftalmología, entre otras. Advirtió que hay otras especialidades que no se están llenando, “por falta de vocación”, por lo que la única opción para cubrir esas plazas será traer a funcionarios de otros países, preferiblemente de aquellos que son miembros de la OCDE.
Sin embargo, advirtió que en caso de habilitar más plazas, el país podría enfrentar otro problema, la negativa de las universidades de habilitar una mayor cantidad de espacios.
Carballo: las personas se están muriendo
Quesada reconoció a la diputada Olga Moreira, del Partido Nueva República (PNR), que es lamentable que la CCSS no tenga el dato de cuántos médicos especialistas necesita, pero igualmente rechazó las estimaciones del doctor Chamorro, sobre la necesidad que tiene el país de estos funcionarios.
“La CCSS tiene un desorden administrativo, muchas veces por inconsistencias políticas, que no sabe qué tiene y qué le hace falta. Pero tanto sería una conjetura de la CCSS, como la conjetura que hace el doctor (Chamorro). Son conjeturas hasta que no existan estudios técnicos”, expresó.
Cuando la diputada María Marta Carballo, jefa de fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), le consultó nuevamente al presidente del Siname si consideraba necesario formar más especialistas para cubrir el faltante que tiene el país, como él mismo reconoció, el médico reiteró la necesidad de efectuar estudios técnicos.
Visiblemente molesta, la jefa de la Unidad reclamó que se alegue la necesidad de estudios técnicos, “cuando aquí se han muerto 2.000 costarricenses esperando para una atención (…) los estudios técnicos están aquí, en los días de espera”.
Carballo señaló que si bien existe una responsabilidad del actual gobierno y de los anteriores, por la crisis de médicos especialistas, también culpó a los formadores de estos profesionales de haber fallado en suplir la demanda.
Ambas legisladoras criticaron que se alegue falta infraestructura para justificar el déficit de profesionales, cuando hay camas vacías en distintos centros médicos del país y quirófanos sin uso.
La diputada Andrea Álvarez, presidenta de la comisión, también subrayó la necesidad de formar más especialistas, ya que solamente se están considerando las necesidades de la CCSS, el Instituto Nacional de Seguros (INS), el Ministerio de Salud o el Poder Judicial, pero no se está tomando en cuenta las plazas que no se están llenando en los hospitales privados del país.
Por primera vez, más mujeres que hombres ejercen la profesión médica en Costa Rica
El 52,7% de los médicos activos en el país son mujeres, mientras que los hombres representan el 47,3%,
En un hito histórico para la equidad de género en la medicina costarricense, las mujeres han superado por primera vez en número a los hombres en el ejercicio de la profesión médica.
Y es que el 52,7% de los médicos activos en el país son mujeres, mientras que los hombres representan el 47,3%, según datos del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica.
Este avance no es solo una cuestión de cifras. Actualmente, de los 15.356 médicos registrados en el país, aproximadamente 8.100 son mujeres, con una marcada presencia en diversas áreas de la salud.
La tendencia se consolida en las nuevas generaciones, pues siete de cada diez médicas tienen menos de 44 años y un 34% no supera los 34 años, reflejando un relevo generacional con un fuerte liderazgo femenino.
“Es inspirador ver cómo la nueva generación de mujeres médicas está creciendo y marcando una diferencia real en la medicina costarricense. No solo están aumentando en número, sino que su enfoque en la atención, con un equilibrio entre ciencia, empatía y compromiso social, está redefiniendo la práctica médica en el país», dijo Elliott Garita Jiménez, presidente del Colegio de Médicos.
A pesar de estos avances, persisten desafíos en la equidad de género dentro de las especialidades médicas.
Actualmente, las mujeres representan el 42,7% de los médicos especialistas, mientras que los hombres aún dominan con un 59,1%.
Sin embargo, en nueve especialidades las mujeres ya superan el 50% de la participación, destacando en áreas como medicina física y rehabilitación (63%), medicina del trabajo (61%) y geriatría y gerontología (57,6%).
Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social aprobó, este jueves, un aumento de ¢350.000 para los especialistas con salario compuesto. Mario Alberto Quesada, presidente del Sindicato Nacional de Médicos Especialistas (Siname), reaccionó con cautela al conocer que la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aprobó este jueves un aumento de ¢350.000 sobre el salario base de los médicos asistentes especialistas que ostenten plazas tipo G-2.
De acuerdo con datos de Siname, 2.500 médicos especialistas reciben un salario base menor a los ¢2,8 millones definidos como salario global desde setiembre del 2024, lo cual ha empujado a decenas de profesionales a dejar la entidad en búsqueda de salarios más competitivos.
Para Quesada, el acuerdo tomado por los directivos de la CCSS es un avance, pero dudan de su aplicación, pues en otras oportunidades han aprobado cosas que no les cumplen. “Nos han mentido tanto, es que nos han mentido tanto, que cómo creerles”, declaró Quesada vía telefónica la tarde de este jueves.
Una serie de reformas legales provocaron una brecha salarial entre los médicos especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), lo cual ha provocado renuncias y protestas en los últimos meses. (albert marin/albert marín)
Por ejemplo, en abril del 2024 la Junta Directiva aprobó aumentar un 10,16% del salario base de médicos generales y médicos especialistas como parte de un acuerdo para que los médicos especialistas volvieran a trabajar horas extras. Sin embargo, esa medida nunca se implementó. “Ese es solo un ejemplo de los acuerdos que no nos han cumplido”, agregó Quesada.
Entre ese grupo de 2.500 médicos especialistas, de acuerdo con Quesada, hay profesionales que ganan entre ¢1,2 millones y ¢2,7 millones y cerca de 900 alcanzarían los ¢2,8 millones para igualar el salario global.
El resto de especialistas alcanzarían los ¢2,8 millones, según los cálculos de Siname, en dos años si la CCSS respeta el acuerdo tomado y cumple con el “proceso gradual y progresivo” que pretende cerrar la brecha salarial entre unos especialistas y otros dentro de la institución.
La decisión, tomada de manera unánime por la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social fue anunciada y celebrada en el plenario por la diputada oficialista Pilar Cisneros.
“Le podemos dar esa buena noticia a la población”, comentó Cisneros.
En las últimas semanas, la Asamblea Legislativa ha dedicado múltiples horas a discutir un proyecto de ley presentado por la diputada del Partido Liberación Nacional Kattia Rivera, para que se pueda trasladar a los médicos especialistas que ganen menos del salario global a ese sistema de remuneración.
No obstante, los diputados de Gobierno se oponían a esa iniciativa, pues consideraban que sería inviable desde el punto de vista financiero para la Seguridad Social.
Rivera también se mostró escéptica de los resultados que se puedan obtener a partir de la decisión tomada por la Junta Directiva.
“Yo coincido con el Sindicato, si usted analiza este primer ajuste de ¢350.000, se aplicaría en julio, pero después de eso lo que se propone es la posibilidad de hacer estudios para continuar con los otros montos para equiparar los salarios”, señaló Rivera.
Rocío Alfaro Molina, diputada del Frente Amplio, expresó que la propuesta que ha hecho el Gobierno es muy “distinta” a lo que plantea el proyecto de ley.
“El único (grupo) con el que está estableciendo un compromiso es con el primero, con los demás se dice que estarán sujetos a una evaluación y se refiere solo al grupo en el que la diferencia entre salario global y salario completo es menor”, comentó la legisladora.
Alfaro enfatizó que con la decisión tomada por la Caja no se está cumpliendo con el principio de “igual trabajo y capacitación, igual salario”.
La diputada añadió que el oficialismo intenta hacer ver que la decisión tomada por la CCSS es equivalente a lo que proponía el proyecto de ley con la intención de “manipular” a la opinión pública.
Entre diciembre y el 12 de febrero, 162 médicos especialistas presentaron su renuncia, 27 la revocaron o paralizaron el proceso, para un total de 135 renuncias efectivas, ocho más que una semana antes, según los datos divulgados este 20 de febrero durante la sesión de la Junta Directiva de la CCSS, por Alexánder Sánchez Cabo, gerente médico de la institución.
En este tiempo se han dado 59 contrataciones, diez más que siete días antes: 36 regresaron para ser recontratados por el salario global (más alto que tenían anteriormente), 21 eran profesionales externos a la institución y dos son médicos pensionados que regresaron a sus labores.
Además de la inconformidad con el salario global, los especialistas también reclaman mejor equipo médico, agilidad y eficiencia en la atención de listas de espera y mejora de las instalaciones de algunos centros médicos.
La escasez de médicos especialistas sigue golpeando a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), y Ginecología y Obstetricia es la especialidad más impactada. Entre agosto de 2024 y enero de 2025, un total de 18 especialistas renunciaron, mientras que las contrataciones solo sumaron nueve, dejando un déficit que ha repercutido en la atención maternoinfantil.
La problemática fue expuesta ante la Junta Directiva de la CCSS en la última sesión, donde se evidenció que diciembre y enero fueron los meses con mayor cantidad de renuncias. De acuerdo con la información presentada, la falta de ginecólogos no solo afecta la atención a las madres, sino que también repercute en especialidades como neonatología.
Aumento de traslados a otros hospitales
El déficit de especialistas ha obligado a trasladar cada vez más pacientes a hospitales con mayor capacidad de atención. En muchos casos, los centros médicos de referencia no cuentan con el personal suficiente para atender a las pacientes, lo que genera desplazamientos a otras regiones del país.
Entre abril y diciembre, el 55% de los traslados realizados a nivel nacional correspondieron a Ginecología y Obstetricia, con un total de 318 mujeres y recién nacidos reubicados en otros centros hospitalarios. Actualmente, seis de las siete regiones del país presentan una afectación del 22% en la cobertura de turnos, lo que complica aún más la atención en esta especialidad.
El Hospital de Grecia es el más afectado, con una falta de cobertura que alcanza el 87%. “Entre agosto y diciembre, la mayoría de los traslados han estado relacionados con la falta de médicos para cubrir las guardias”, señaló el director del Centro de Atención de Emergencias y Desastres (CAED).
Desde diciembre, cuando se declaró la emergencia institucional por la falta de especialistas, los traslados por Ginecología y Obstetricia se dispararon, pasando de 30 a 79 en apenas un mes.
Hospital de la Mujer refuerza su capacidad
Ante esta crisis, el Hospital de la Mujer, en San José, ha reforzado sus servicios para absorber la mayor cantidad de traslados posibles y reducir la presión sobre otros centros médicos.
Entre las medidas implementadas destacan:
Incremento de unidades de Cuidados Intensivos Neonatales de 9 a 15.
Aumento de salas de atención de prematuros de 10 a 16.
Expansión de salas de cuidados intermedios de 14 a 20.
Crecimiento en la cantidad de salas de parto (de 2 a 3) y preparto (de 10 a 12).
Aumento de salas de labor de 4 a 7.
Expansión de salas de alto riesgo de 10 a 20.
Creación de una nueva sala de cuidado intermedio para adultos, con cuatro unidades.
La asesora de la gerencia médica destacó que el incremento en la capacidad de atención responde a la necesidad de manejar complicaciones médicas no relacionadas con el embarazo, pero que pueden agravarse con el parto.
Además, se realizó el traslado de 15 equipos médicos esenciales, entre ellos ventiladores de transporte, incubadoras cerradas y lámparas quirúrgicas, con una inversión de ¢33,4 millones. De estos equipos, 12 serán repuestos y los tres restantes dependerán de las necesidades de cada centro hospitalario.
A pesar de estos esfuerzos, la falta de especialistas sigue representando un desafío para la CCSS, que busca soluciones urgentes para garantizar la atención de las pacientes y sus bebés en todo el país.